La selección de Rusia se ha impuesto (4-1) a la República Checa en la primera jornada de la Eurocopa de Polonia y Ucrania, en un duelo en el que el conjunto ruso fue muy superior a su rival, débil e inocente en defensa, con lo que suma tres puntos de oro --tras el empate entre Polonia y Grecia-- que le dejan como líder en solitario del grupo A. Con solo un punto en el casillero de sus dos siguientes rivales, Rusia ha dado un paso de gigante para estar entre las dos primeras de su grupo. Por su parte, la República Checa tendrá que mejorar mucho, tanto su débil defensa como en la ausencia de un rematador, para seguir viva en una Eurocopa en la que se ha quedado sin margen de error. A pesar de un buen comienzo de los checos, tres ocasiones consecutivas de los de Dick Advocaat desembocaron en el gol de Dzagoev en el minuto 15. Poco después Shirokov puso el 2-0 evidenciando de nuevo el mal hacer de la defensa checa y dejando prácticamente sentenciado el partido para una Rusia que demostraba gran pegada y calidad del medio hacia delante. El conjunto ruso, liderado por un activo y reivindicativo Arshavin, se encontraba cómodo en el campo con lo que decidió oxigenarse y esperar las salidas rápidas o, directamente, los regalos del rival. Los checos por su parte, algo hundidos por el castigo recibido, quedaron tocados por el varapalo y las buenas intenciones de Rosicky, Plasil y Jirácek --por la banda izquierda-- morían en la orilla echando de menos al antiguo Baros. Tras el descanso, Rusia se dedicó a aprovechar los nervios y prisas de su rival todo ello desde una sólida posición en el campo para minimizar errores. Sin embargo, la República Checa no perdió la cabeza y decidió elaborar más la jugada, aprovechando también que la presión rusa no era la de la primera parte. De esta forma, el ex de Osasuna Plasil pudo encontrar el hueco entre líneas para poner, con un pase magistral, el gol en bandeja a Pilar (2-1, minuto 51). La República Checa recortó distancias, pero su defensa siguió jugando con fuego. Además, los intentos por buscar el empate provocaban contragolpes de Rusia con mucho peligro. La falta de acierto de Kerzhakov, tuvo tres muy claras en apenas 5 minutos, evitó la sentencia rusa mediada la segunda mitad. Después, del posible empate en los pies de Rosicky, con un disparo lejano, se pasó a la goleada rusa con el recién incorporado Pavlyuchenko como protagonista. Primero puso un gran pase a Dzagoev para que firmase el 3-1 (segundo en su cuenta particular) y, después, el delantero del Lokomotiv se fabricó el cuarto de su país, de bella factura aunque con la colaboración de una pasiva defensa checa.
EFE
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08 junio 2012
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